un hort i la guilla

un hort i la guilla

My own album.

The white page is the table and its table-cloth. On it, appear the words and with them, the images.

Some of these pictures could seem to be sepia colour with rounded corners. Others are in black and white. The dye spreads embroidering the napkins; the china plates fill up with words engraved on to the glass and the cutlery.

Images and memories embue the colour of the album. These words are chosen for their sound and for their emotional charge.They evoke a special place, a voice, a smell - an emotion.

All of them were connected in someway with the word: a caligrapher, a tipographer, a poet, an actress, a journalist and the writter. I arranged for them to have supper in the gallery, even though none of them knew who they were going to share table with, nor why they were there. Neither were they expecting that their hostess, would not be there. A delicious supper, laid out on the table, was waiting for them.

By note, I asked them to make a record of the supper. To do that, they were given a camara with 36 shots, a recorder with two 90 minute tapes and a booklet for each of them. They also had a glossary where the images were explained.

The following day at the inaugaration we came across the table exactly as they had left it.

As is often the case in my art, the edge between intimacy and “extimacy” is blurred; showing a part of my personal story, sometimes anecdotal, at times, exposed and painful.

In the cabinet are all the things that came  from the supper with Sonia Barba, Roberta Bosco, Eduard Escoffet, Pol Guasch, Oriol Miró and Laura Meseguer.

All those real elements became material to create a new album for that night, wich was presented at the end of the exhibition in the form of a printed cotton table-cloth.

At the end of the exhibition the cutlery, the glass, the table-cloths and the plates went back in to the cabinet, where memories are held.

Glosario
Vitrina
Mantel bordado
6 servilletas bordadas
18 platos gofrados
6 vasos grabados
12 copas grabadas
6 juegos de cubiertos grabados
6 libretas
2 cintas cassette 90'
36 fotos reveladas
mantel impreso
117 x 174 x 36 cm
2022


Mi propio álbum. 
La hoja en blanco es la mesa y su mantel. Sobre él, aparecen las palabras y, con ellas, las imágenes.
Algunas de estas fotografías podrían parecerse a esas de color sepia con cantos redondos, otras en blanco y negro. La tinta va extendiéndose y borda también las servilletas; los platos de porcelana se llenan de palabras gofradas y grabadas en la cristalería y la cuberteía.
Las imágenes, los recuerdos y la memoria le confieren el color a este álbum. Elijo las palabras por su sonido y por su carga emocional. Evocan un lugar concreto, una voz, un olor, una emoción.

Para activar la pieza, invité a seis personas a cenar en esta mesa el día antes de la inauguración.
Todas ellas vinculadas a la palabra: un calígrafo, una tipógrafa, un poeta, una actriz, una periodista y un escritor. Los cité a todos a cenar en la galería, aunque ninguno de ellos sabía con quién compartirían mesa ni por qué estaba allí. Tampoco esperaban que yo, la anfitriona, no estuviera presente.
Les esperaba una deliciosa cena a mesa puesta.

Por escrito, les pedí que hicieran un registro analógico de la cena. Para hacerlo, disponían de una cámara con carrete de 36 fotos, una grabadora con 2 cintas de 90 minutos y una libreta cada uno. También tenían a su disposición un glosario donde explico las imágenes.
Al día siguiente en la inauguración descubrimos la mesa tal y como la dejaron los invitados.

Como es habitual en mi práctica artística, el límite entre la intimidad y la extimidad se desdibuja.
Mostrando parte de mi historia íntima, a veces de manera anecdótica y otras más desnuda o dolorosa. 

En la vitrina, se recogen todos los documentos que surgieron de la cena con Sonia Barba, Roberta Bosco, Eduard Escoffet, Pol Guasch, Oriol Miró y Laura Meseguer.

Todos estos elementos analógicos fueron el material para crear un nuevo álbum, el de aquella noche, que se presentó en la clausura de la exposición en forma de mantel de algodón impreso.

Al acabar la exposición, la cubertería, la cristalería, la mantelería y la vajilla vuelven a la vitrina, que es el contenedor de esas memorias.
fotos de Luis Torroja 

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